viernes, 9 de octubre de 2015


Sistema de seguridad en el día de hoy

áreas de mejora en los indicadores de seguridad

Tradicionalmente, las compañías mineras han utilizado indicadores de seguridad para poder identificar tendencias y poder comparar el desempeño entre unidades internas. Estos reportes son utilizados básicamente para asignar recursos donde son más necesarios.
Sin embargo, la creciente necesidad de comparar índices entre diferentes organizaciones, ha resultado en una disminución en el uso de indicadores tradicionales dado que tienen dos limitaciones:
1.    Son altamente propensas a las diferencias en definiciones y procesos de administración de incidentes.
2.    Se enfocan exclusivamente en resultados anteriores. No representa el perfil de los riesgos actuales o riesgos por venir
Se han propuesto cinco áreas para reducir las dichas limitaciones:
1.    Ampliar el número de indicadores de seguridad.
2.    Mejorar la consistencia de las definiciones.
3.    Incluir los indicadores de gestión (lead indicators) en la creación de scorecards.
4.    Alinear los incentivos de desempeño con los objetivos de seguridad.
5.    Generar reportes oportunamente.

1. Ampliar el número de índices de seguridad
Como respuesta a una serie de críticas de la industria minera, diferentes organizaciones están ampliando el número de indicadores utilizados en su esquema de reporte. Por ejemplo, indicadores como índice de frecuencia de accidentes registrados (Total Recordable Injury Frequency Rates – TRIFR), frecuencia total de accidentes (All Injury Frequency Rates – AIFR), índice de frecuencia de accidentes clasificados (Classified Injury Frequency Rates – CIFR) han sido introducidos.

2. Mejorar la consistencia de las definiciones

El valor agregado de comparar índices de seguridad tradicionales entre organizaciones será limitado a menos que se hayan creado definiciones consistentes para obtener la información utilizada. Por ejemplo, algunas organizaciones han optado por incluir información sobre los contratistas, mientras que otras han decidido no incluirla.

3. Incluir lead indicators en la creación de los scorecards

Cuanto más maduro se vuelve un proceso de reporte, más enfoque se pone en los indicadores de gestión o de desempeño (lead indicators). Estos indicadores son de naturaleza preventiva y ayudan a las organizaciones a anticipar daños. Estos indicadores están relacionados generalmente con reportes de riesgos latentes, resultados de auditorías, análisis de riesgos y utilización de equipo de protección

4. Alinear los incentivos de desempeño con los objetivos de seguridad

Los incentivos de desempeño constituyen generalmente entre el 5% y el 15% del total de la remuneración en la industria minera lo que resulta en un gran incentivo para los empleados en mantener niveles de seguridad lo más alto posible. Por lo tanto, es de suma importancia que la información estadística esté alineada a objetivos de seguridad claros.

5. Generar reportes oportunamente

En la actualidad puede tomar hasta 18 meses en que un reporte creado por la industria sea distribuido a los usuarios; las cifras de estos reportes suelen ser no aplicables cuando son publicadas. Para resolver este problema, diferentes grupos en la industria deben considerar el uso de un repositorio electrónico central, en donde diferentes organizaciones pueden registrar su información, compararla con los promedios de la industria y obtener reportes oportunamente.

Bibliografía: http://www.revistaseguridadminera.com/gestion-seguridad/5-areas-de-mejora-en-los-indicadores-de-seguridad/


Por más información entre allí


Florencia Leiva- #17-2c
ACTIVIDAD MINERA EN EL DEPARTAMENTO DE LAVALLEJA


En Minas, departamento de Lavalleja, a unos 120kms de Montevideo, se halla uno de los yacimientos de dolomita más puros e importantes de Sudamérica y del mundo. Su descubrimiento fue la culminación de una actividad minera que se remota a la época de la colonia. Los españoles, atraídos por leyendas de fabulosas riquezas ocultas en su suelo, exploraban las hermosas serranías en búsqueda de oro y plata. Fue en ese entonces que encontraron yacimientos y grandes rastros de plomo, de cuya explotación quedan hoy, como curiosos testimonios, muchísimas antiguas galerías. Pero, no sería el oro, ni plata y ni plomo lo que surgiera como formidable riqueza, sino que sería la dolomita.

Actualmente en Lavalleja se realiza una importante explotación de minerales como Dolomita, Mármol, Cobre, Piedra Laja y Caliza.
Dolomita:                                                                Caliza:










Cobre:                                                              Piedra Laja:
                                                                                                                         













Mármol













Lavalleja cuenta con excelentes yacimientos de Piedra Caliza en cantidad y calidad, siendo su producción el 30% de la cal que el país consume.
Su pureza  de Carbonato de Calcio oscila entre el 92 y 94%



Otros rubros mineros
Existen excelentes yacimientos de Dolomita con una pureza del 43% de Carbonato de Magnesio, y de mármol, del que existen 350 variedades.
Además de los mencionados también se extraen: granito, arena, baritina, canto rodado, filita, hierro, piedra laja y talco.
Se calcula que la producción minera del departamento es de 5:240.432 dólares.

Se extraen materiales de construcción y ornamentación como arena, pedregullo y la llamada piedra de construcción y el limo arcilloso con el que se elabora la cerámica roja, además de mármol. 
Hierro:                                                                       Granito:





                                                                                                                   

La planta de cemento Artigas  se ubica en la entrada de la ciudad de Minas en Lavalleja, Uruguay. Es considerada la mas moderna del Mercosur. Se conocen datos que desde el año 1830 la zona ya era explotada para la obtención de piedra caliza para fabricar cal.

Por ruta 8 hacia el norte, a 3 km de la ciudad de Minas, entrando por el acceso a la Sociedad Agropecuaria de Lavalleja se llega hasta la antigua Mina de oro de Arrospide, con 800 m de galerías que pueden ser recorridos con guías especializados.



Compañía Uruguaya de Cemento Portland S. A.
Con la planta más moderna del Mercosur, bajo una inversión que superó los 100 millones de dólares, y respetando estrictamente el medio ambiente, la Compañía Uruguaya de Cemento se ha posicionado en la región con productos de calidad con certificación ISO para la seguridad de sus clientes.
Tiene una capacidad de producción de 500.000 toneladas anuales y da empleo a más de 120 personas.
Unos 10 millones de dólares se han destinado a la protección del medio ambiente.
Cementos Artigas, Articor, pegamento Perfecto y hormigones son algunos de los productos que ofrece.






CUARTEL DE DRAGONES


     

Ambas denominaciones se deben ”Cuartel de Dragones”, por el “Regimiento de Dragones de Buenos Aires”, quienes lo habilitaron en su primera época. Pertenecían al Virreinato y constituían un Cuerpo fijo para las Provincias del Río de la Plata. También el nombre hace referencia a los “Dragones de la Libertad”, correspondiente a fuerzas artiguistas, al mando de Otorgués.



 Cuartel de Blandengues, como centro operativo de este regimiento. El Cuartel tuvo el objetivo de controlar y reprimir el avance portugués, así como de otras naciones europeas. Entre otros de sus cometidos tuvo la finalidad de frenar el contrabando con Portugal e Inglaterra. Es de destacar que la región platense era geopolíticamente estratégica. 


Esta construcción militar data de 1771 (marzo), fecha en que fueran iniciadas las obras. Se construyó por orden de don Juan José de Vértiz, gobernador de Buenos Aires. Su misión sería albergar en forma permanente o transitoria, a distintos regimientos militares. Éstos a su vez y según las contingencias de la guerra, servían de auxilio a la Fortaleza de Santa Teresa (Rocha) o a la Plaza Fuerte de Montevideo. El principal impulsor fue Don Bartolomé Ferro, capitán del Regimiento de Mallorca y comandante militar de Maldonado. 


El proyecto correspondió al ingeniero Juan Bartolomé Howel, de origen francés, quien desde 1763 estaba al servicio de España y que fuera designado por el gobernador Vertíz.

Se conocen tres planos del Cuartel, que ilustran la magnitud del edificio. Ocupaba una manzana (“una cuadra en cuadro”) y contaba con: portón, almacén de armas, pabellones de oficiales, dormitorios, cuartos para criados, cocinas, cuarto del Oficial de guardia, cuartos para sargentos, cuadras para las compañías, habitación para el comandante y cuadras para la tropa (esta última transformada luego, en Capilla provisoria). 



La construcción fue lenta y dificultosa dadas las carencias de la región. Por un lado, la falta de maderas duras, muy necesarias para: umbrales, techos, cumbreras, tirantes, vigas y aberturas.

Por otro lado, personal insuficiente y falta de picapedreros en la zona. Esto motivó el envío de un contingente de presidiarios desde Buenos Aires y Montevideo, así como de numerosos indios, procedentes de las Misiones Jesuíticas. También se recibieron operarios de Santa Teresa, algunos especializados, con experiencia de haber trabajado anteriormente con Howel. Los materiales empleados fueron: piedra, ladrillo, cal, madera y teja.

Las obras culminaron en 1797, bajo la dirección de don Rafael Pérez del Puerto (entonces Ministro de la Real Hacienda de Maldonado) y cuya orden fuera del Virrey Nicolás de Arredondo.

El Cuartel cobra una real importancia histórica, por haber albergado al Cuerpo de Blandengues de la Banda Oriental, desde 1797. Es pues en este emblemático Regimiento, donde don José Gervasio Artigas, Prócer máximo del pueblo oriental, toma estado militar.

A instancias en que el superior gobierno, pide datos a Maldonado sobre los servicios de Artigas, el Ministro de la Real Hacienda, responde:

Artigas entró a servir en el Cuerpo de Blandengues el 10 de Marzo de 1797 al 27 de Octubre, que se le dio la baja, por haber pasado a Capitán de Milicias de Caballería de esa Plaza.

Después volvió al mismo Cuerpo de Blandengues de Ayudante Mayor por orden del Virrey en 2 de Marzo de 1798 desde cuyo tiempo hasta ahora sirve dicho empleo sin interrupción.

Maldonado 14 de Setiembre  de 1799
Rafael Pérez del Puerto” (Archivo General de la Nación, Montevideo. Caja 238, carp. 6 doc.29).

En 1968 por disposición del Poder Ejecutivo, se constituye una Comisión Ejecutiva a los efectos de reconstruir el antiguo Cuartel y proceder a la instalación de un Museo Didáctico Artiguista.
del predio se destaca el poste indicador cardinal de rumbos y batallas significativas del proceso revolucionario. En la actualidad se conserva el pórtico de entrada original, sobre la calle 25 de Mayo. Con motivo del Bicentenario, se colocó un mástil con la bandera artiguista de carácter permanente.


Agustina Hernández N°16
Camila Torterolo N°30

LA MINERÍA COLONIAL AMERICANA BAJO LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA

Uno de los aspectos económicos que relacionan España con sus colonias americanas en la Edad Moderna lo constituye el sector minero. De él hay que destacar la búsqueda y extracción de metales preciosos, oro y plata. Ambos, junto con el cobre, constituyeron durante muchas décadas la aportación principal a la economía española obtenida de las colonias. Gracias a la llegada de las remesas metálicas se hacían efectivos los pagos de los créditos que los banqueros europeos habían adelantado al monarca español para sostener las empresas bélicas en Europa. Del éxito de las mismas dependía el prestigio y el mantenimiento de la hegemonía española sobre el continente. El oro determinará el carácter apresurado de la explotación y de la conquista.Las minas son manantial efectivo de riqueza, pero no abren su seno sino con el dolor y el sudor del trabajo humano.

ÁREAS EXTRACTORAS DE MINERALES

Minería Aurífera

Dentro de la demarcación del virreinato de Nueva España hay que destacar dos zonas: el ámbito isleño de las Antillas y el continental mexicano.

En las Antillas se explotó el oro durante el período de 1494 a 1525; se obtuvo especialmente en Santo Domingo (La Española), Puerto Rico, Cuba y Jamaica. Dos fueron los procedimientos para la obtención de oro en las islas:

La colecta, por la que se recogía el oro de los indios, quienes lo usaban como adorno en lugar de emplearlo como dinero; en dos o tres años se drenó todo cuanto se halló disponible;


El placer, oro de aluvión, que se encontraba en el lecho de los ríos; había que lavar la arena y trasladarla en las «bateas»; este trabajo se encomendó a las mujeres principalmente, que lo hacían de sol a sol.


México fue sometido a un proceso parecido al isleño. Ante todo, Cortés se apoderó del tesoro azteca: unos dos millones de pesos, que apenas engrosarían la Corona con 32.400. Posteriormente hay que acudir a los «placeres» fluviales. Sin embargo, desde 1540-1547 se llevó a cabo una explotación sistemática en la que las minas fueron la principal fuente del preciado metal. El sistema se efectuó según el régimen de encomienda sobre el pueblo de Tehuantepec para extraerlo de las minas de Macuiltepec.. En el siglo XVIII cobrarán nuevo auge las minas de oro de Nueva España y sólo entre 1741 y 1800 producirán 67.130 Kg. de oro. Las minas de oro se situaban  bien hacia el sur, en la zona del trópico; las de plata, en cambio, en la zona norte del país.

En cuanto al área del virreinato de Nueva Granada, tres fueron los centros productores: Panamá, Colombia y Ecuador. En la «Castilla del oro», como se denominó a Panamá, inició Colón durante su cuarto viaje la explotación de yacimientos auríferos en torno a la ciudad de Veragua; después, los trabajos prosiguieron pero sin el éxito esperado. En la región colombiana los yacimientos de oro se situaban en las cuencas del río Magdalena y sus afluentes, especialmente del Cauca y su subafluente el Nechí. Los explotadores van fundando ciudades en torno a los yacimientos, perdiendo importancia la explotación aurífera, como en el cerro aurífero de Pamplona, que duró un año; entre esas ciudades hay que señalar la de Santa Fe de Antioquía, en el valle medio del Cauca, la de Barbacosas, la de Indupurdu, la de Chocó y al NW de Colombia. Las minas de Buruticá se abrirán en 1550, cerca de Cartagena, que será su puerto exportador. Ecuador ve levantarse la ciudad de Cuenca en 1557 junto al poblado indígena de Tumibamba, donde se abren yacimientos de oro y plata. En la región de Zarum se encontraban lavaderos auríferos y oro en vetas. También se encontraron yacimientos de oro en Loja, Jaén, Medina, Sevilla y Logroño; en Mariquita los descubrió el capitán Hernán Vanegas; también los hubo en el cerro de Pamplona.

En el virreinato del Perú se encontró oro en Bolivia, Perú y Chile, en Bolivia el oro se trabajaba en los yacimientos del valle de Chuquiabo o de la Paz. Estaban llenos de vetas de oro, con socavones antiguos, síntoma de explotación precolombina. En Perú, se explotaba el oro desde 1542 en Carabaya, Oruro, Asillo y Asangoro. En 1553 se sacaron 1,7 millones de pesos de oro de este río; para su lavado se construyeron acequias de hasta seis kilómetros. Chile produjo oro, por los años 1540-1560, a razón de 2.000 Kg. al año como promedio. La guerra fue un gran obstáculo para obtenerlo; guerra provocada por la situación feudal de la sociedad hasta que se logró someter a los indios. Las minas se hallaban al norte del país y el centro principal era la actual Antofagasta.

Minería Argentífera

La obtención de plata en Nueva España, especialmente en las numerosas y ricas minas de México, superaría con mucho en fama a las de oro. Cortés y sus sucesores después de treinta años habían recorrido todo el país en busca de plata y junto a cada yacimiento habían fundado ciudades: Zacatecas, Guanajuato, Tasco, San Luis de Potosí, Guadalajara, Oaxaca. El término Reales de Minas se acuña en este tiempo para designar los centros de metales preciosos solamente. Los demás metales no se explotaban aún o porque exigían más tecnología o porque no eran tan rentables en el momento.
Las minas de plata de Nueva Granada se encontraron, en general, junto a las de oro en Ecuador. En Venezuela no se halló nada rentable. En Colombia se vio compensada esta falta de minería venezolana.

En el virreinato de Perú, la plata afloró por doquier: Chiclayo, Cochabamba, Puno, Oruro, Atacama, Pallasca, Pasco, Lima, San Miguel, Cailloma, etc. Pero era, sin duda, en el «alto Perú», hoy Bolivia, donde se encontró más mineral, hasta el punto de denominarse durante mucho tiempo la región «de la plata»: La Paz, Chuquisaca -hoy Sucre- y Potosí, sobre todo. También en Porco, al SE de Potosí, el propio Pizarro explotó la plata, al encontrarse el yacimiento dentro del territorio de su encomienda. Sin duda, el gran centro de la plata de todos los tiempos y de renombre universal ha sido Potosí. En indio significa «cerro» y «cosas altas»; era el cerro de la plata por antonomasia. Situado a 4.000 m., era una meseta desolada, polvorienta y ventosa, desprovista de recursos agrícolas, exceptuando algunos campos de patatas. Descubierta la veta en 1545, creció la población rápidamente: en 1570 tenía 12.000 habitantes, en 161 1 llegaba a unos 160.000 habitantes; a partir de 1640 comenzó a decaer su población al tiempo que sufría una caída la producción extractora de la plata. La explotación del cerro conoció diversas fases: la primera (1545-1564), de buen rendimiento, se utilizaron las vetas más ricas; la segunda (1564- l570), al agotarse, la ciudad se dispersó; una nueva fase, de prosperidad (1570-1572) llego con la toma de posición del nuevo Virrey Toledo, que instauró la mita; el descubrimiento del azogue o mercurio en Huancavélica permitió la llegada de grandes cantidades de dicho metal, con lo cual se multiplicó por ocho la producción de plata en 1582. El sistema de explotación era concesionario; el único propietario era el rey. La concesión se aseguraba a perpetuidad a numerosos hombres, llegando a contarse en el cerro 577 concesionarios para un centenar escaso de filones. Aunque el trabajo en las minas era menos agotador que el de los placeres, ha quedado como símbolo de explotación colonial española sobre los indios debido al sistema de mitas. La brutalidad de algunos concesionarios y, sobre todo, de los capataces fue despiadada. El trabajo era duro; la pulmonía, el mal más frecuente: debido a los vientos de la zona, la salida de la mina propiciaba la enfermedad por el contraste de temperaturas. También la silicosis pulmonar se contraía frecuentemente por el polvo minero y el humo de las candelas que alumbraban las galerías.

Otros minerales obtuvieron una importancia imprescindible para la obtención de los metales preciosos (plata, oro), como el mercurio y la sal.
La actividad minera distribuyó la fuerza social de trabajo que era asignado a los esclavos. Se trató de una actividad que se apoyó en la utilización intensiva de la mano de obra. La consecuencia más notable fue la de arrasar con la población, lo que también contribuyeron el resto de las actividades y la incidencia de las epidemias. Esta tarea de explotación minera sirvió de pretexto para exigir mano de obra esclava, fueran negros o indios. Los españoles llevaban consigo a los indios esclavos de las minas por la mortandad causada por el propio trabajo minero al que no estaban acostumbrados. Como solución temporal se arbitraría la fórmula de importar esclavos de otras regiones, bien fueran negros, indios, prisioneros araucanos o indios de Tucumán -de éstos también se llevaron a Potosí-; los traslados de tucumanos provocarían alzamientos indígenas, que darían lugar a la separación del territorio de Tucumán con respecto a la Gobernación de Chile en 1563.
La población indígena, sufría una explotación extraordinaria. Decenas de miles de indígenas fueron sometidos a la mita, un sistema que ya era habitual en el incario, pero cuyo uso intensificaron los españoles, y creció aún más a instancias del virrey Francisco Álvarez de Toledo, ante la falta de mano de obra para la minería. A los mitayos (como se llamaba a los indios sometidos mita) se les hacía trabajar hasta 15 horas diarias, cavando túneles, extrayendo el metal manualmente o a pico, etc. Eran muy frecuentes los derrumbes y otros accidentes, que ocasionaban la muerte de cientos de trabajadores. Es probable que hasta 15.000 indígenas hayan muerto en la explotación de la plata, entre 1545 y 1625.
 Mientras hubo indígenas que esclavizar para mandar a las minas su precio fue bajo; en 1533 cada indio valía más de dos pesos; pero en la época del virrey Mendoza costaba la mitad que un negro debido a su escasez  (gran mortalidad).


LA MINERÍA EN LA ACTUALIDAD EN AMÉRICA


 LA ACTIVIDAD MINERA

América latina posee una buena dotación de recursos mineros y sus países son importantes exportadores. Estas riquezas constituyen la viva expresión del gigante andino en la región.

Los rubros más destacados son: cobre, estaño, bauxita y zinc. Brasil, México, Perú, Chile, Argentina, Bolivia y Venezuela cuentan con las mayores reservas minerales. La producción de estos países (con excepción de la Argentina) tiene una magnitud considerable en el contexto regional e internacional. Tal es el caso de Chile, primer productor mundial de cobre, y de Brasil, cuya producción de hierro ocupa el segundo lugar a nivel mundial. Las divisas percibidas por la exportación de minerales inclinan positivamente la balanza comercial de estas naciones, especialmente de Bolivia, Perú y Chile. Este volumen de divisas es inferior al potencialmente alcanzable ya que en muchos países latinoamericanos los minerales extraídos se exportan, en su mayor parte, como materia prima. La transformación de estos minerales en metal refinado permitiría aumentar su valor en el mercado internacional y dar trabajo a la población del país.

Por otro lado, algunos países comenzaron la producción minera para desarrollar sus actividades industriales, como el caso de Brasil.

Un problema fundamental, al que se enfrentan muchos países de la región, es la escasez de capitales y medios técnicos para llevar adelante las tareas de prospección y explotación de los yacimientos mineros del subsuelo.
Las condiciones de trabajo suelen ser muy riesgosas tanto para los trabajadores de las minas como para los de las fundiciones; este tipo de producción también deteriora el medio ambiente.
Atendiendo este aspecto las explotaciones mineras se pueden clasificar en dos grupos: Las subterráneas y las realizadas a cielo abierto.


Las explotaciones subterráneas

Consisten básicamente en la excavación de pozos y galerías horizontales a profundidad variable. Al desarrollarse la vida sólo en la superficie del planeta, la actividad subterránea no afecta, en principio, al ecosistema terrestre. Sin embargo, hay una serie de elementos auxiliares que sí pueden ser perjudiciales para el medio habiente.


Las explotaciones a cielo

Abierto afectan directamente al suelo y con ello toda posibilidad de vida vegetal y animal. Implican la destrucción absoluta de los ecosistemas donde suelen encontrarse los minerales, provocando una degradación irreversible en calidad y cantidad de los recursos del suelo, bosque, agua y de los ecosistemas y de los bienes y servicios que estos proporcionan. A menudo tienen forma de cráter del que va extrayéndose el mineral, al tiempo que se acumulan los escombros producidos. Al extenderse horizontalmente, pueden alcanzar dimensiones notables. En la Argentina, se encuentra la mina a cielo abierto La Alumbrera, en la provincia de Catamarca. En Belén, la ciudad donde se encuentra, como producto de la contaminación los sembradíos se secaron, los animales se mueren o padecen de enfermedades que antes no se conocían, aumentaron los casos de cáncer y problema respiratorios, y cayó un 70% la producción agrícola.  A ello, hay que agregar los derrames de sustancias tóxicas. 

Existen más de 7.000 minas en producción y se construyen más cada año. La minería ha tenido un significativo impacto en el desarrollo de muchos países (incluso en algunos que hoy en día no tienen industria minera).



SITUACIÓN DE LOS MINEROS EN EL SIGLO XXI


Para ejercer este trabajo hay que acostumbrarse a la soledad y a condiciones muy difíciles, como estar a 4000 metros de altura, o en lugares como Santa Cruz, por ejemplo, donde el invierno es muy duro por el frío y el viento.
Unas botas, casco y chaleco son los únicos equipos que utilizan la mayoría de trabajadores al momento de ingresar a sus labores al interior de mina.

Los riesgos de un trabajador van desde un resbalón, hasta quedar atrapado en el interior de un socavón por algún accidente o deslave. La mayoría de estos siniestros son fatales.
Algunas mineras y plantas de beneficio trabajan al margen de la ley y sin medidas de seguridad. El riesgo es bastante porque la contaminación de los gases que salen de una detonación son muy fuertes, ya varios mineros obreros han muerto asfixiados por el gas porque no entran con mascarillas y a veces los jefes los apuran para que terminen su labor de trabajo y extraigan el mineral.

El trabajo en una mina no está considerado insalubre, pero sí sacrificado. Las minas subterráneas, tienen condiciones de altas temperaturas en su interior. Entre los peligros, además de los derrumbes, están las consecuencias por la inhalación de polvillo y gases, pero si las normas de seguridad internacionales se cumplieran correctamente, no debería haber mayores problemas.

Las minas a cielo abierto tienen a favor que no se está en las entrañas de la tierra, pero son las más polémicas porque, al haber grandes movimientos de tierra, se utiliza cianuro para separar los minerales, aunque quienes trabajan en minería aseguran que se usan metodologías seguras y no contaminantes. 
Con la llegada de la nueva minería se cambió la metodología de trabajo. Antes existían campamentos mineros y había que trasladarse a lugares remotos con la familia. Hoy es el obrero el que se traslada. Por eso existe el régimen llamado 7 por 7 o 10 por 10 o 14 por 14, que significa que el minero trabaja 10 días y descansa diez junto a su familia. Se trata de un día de trabajo por uno de descanso.

Por ley, no se puede trabajar más de 7 horas 50 minutos dentro de una mina subterránea, pero la jornada laboral llega a las 12 horas contando otras actividades.

En las etapas que componen la extracción de los minerales intervienen diversas especialidades: geólogos, ingenieros en minas, ingenieros industriales, mecánicos, metalurgistas, químicos, ingenieros civiles, además de especialistas en seguridad industrial.

Además, la maquinaria, en general de enormes proporciones, suele estar manejada por mujeres. Para dar por terminado el mito de que las mujeres no pueden entrar en las minas, algo que ya no sucede. 
Las mujeres son las mejores conductoras de las maquinarias y los camiones porque son delicadas en su manejo.

Existe en el sector minero una problemática grande en la formación de gente. La industria minera ha crecido significativamente, pero no se ha acompañado con la oferta educativa. Hay pocas universidades que ofrecen cursos en estos temas. Los técnicos que se dedican a trabajar, en general en lugares alejados, no tienen tiempo para la docencia.

Muy buenos salarios

El trabajo en las minas está asociado al trabajo en el campo. Es común que haya que vivir en un campamento con instalaciones muy buenas, si la empresa es importante, pero por las condiciones, que son difíciles, hay regímenes de empleo muy generosos. Se puede ganar 5000 dólares por mes. Un ingeniero con 15 años de experiencia con un trabajo de responsabilidad puede ganar 80.000 dólares al año. La minería es una industria pesada para gente que trabaja muy duro y es recompensada por eso, 55 años es la edad de jubilación que reclama el sindicato minero. Se considera que es una profesión que se hace en condiciones extremas.

Pablo Etcheverry N°12  -   Ana Martínez N°20